Cuarenta años después de la masacre de Jonestown es tiempo de sacar algunas conclusiones, para “aprender de la Historia y no tener que repetirla”. Eso decía irónicamente, la frase mal transcrita del filósofo madrileño Santayana, que tenía Jim Jones sobre su silla en la plataforma que había en Guyana, como vemos en las fotos de los más de novecientos cadáveres que rodeaban el pabellón. Tras esta extensa serie de artículos –la más larga que haya hecho hasta ahora, que comenzó con la recuperación de mi última operación y concluyo ahora con el preámbulo de la siguiente–, es hora de apuntar algunas lecciones de la historia del Templo del Pueblo.
Estudio de José de Segovia
escrito en Madrid el 01 de Mayo de 2019
Lectura de 16 minutos o 3231 palabras.
"Gracias por esta serie. Nos lleva a un analisis de nuestros motivos, a no confiar en nuestro corazón, me recuerda que el camino es Jesús y que todos los dias debemos pernacer en él para no caer en nuestro propios miedos y engaños. " (2019-08-02 20:02:43)
El camino a Jonestown [6] Los milagros en la estrategia de Jim Jones
La publicidad de Jim Jones como un hacedor de prodigios chocaba con la imagen que quería dar a las autoridades de una entidad dedicada al trabajo humanitario
Se calcula que la de Jonestown fue la mayor pérdida civil americana de vidas humanas por un acto deliberado hasta los ataques del 11 de septiembre del 2001