Reyes II [18/31] Todo el tiempo
Segundo libro de los Reyes. Capítulo 12, Versículo 1-21
por José de Segovia
Escuchar
¿No puedes escucharlo? Prueba el Reproductor #2 o el Reproductor #3. También puedes descargar el podcast para oirlo en otro momento o dispositivo
En la rutina no vemos el asombro de la vida:
Hoy es domingo. Y un domingo es un día libre para la mayor parte y en cierto sentido un día de fiesta también, pero mañana es lunes. Y los lunes las cosas se ven de otra manera a como se ven en esta mañana. Cuando cada lunes viene, como cada día de trabajo, la vida se ve de forma muy diferente -cuando suena el despertador y cuando uno se levanta por la mañana. De alguna forma vemos que realmente todo lo que es la rutina, lo habitual y acostumbrado de cada mañana se hace un peso especialmente difícil de llevar. ¿Y quién no tiene pensamientos a esas horas la mañana? ¿preguntándose el por qué de todo ello?, ¿expresando su cansancio? ¿su hastío ante la rutina de una nueva mañana? Y así somos como seres humanos. Es la gran diferencia, es lo que nos diferencia de esas hormigas que van haciendo una fila por en medio de la tierra. El hombre y la mujer es el que se para y dice: ′¿Para qué sirvo yo?′. Es el que se pregunta las cosas. Es propio del ser humano el vivir de alguna forma siempre cuestionándose, siempre preguntándose el por qué y el para qué de las cosas. Y esto en sí por supuesto no es malo, pero no tenemos que perder de vista algo: el hecho de que muchas veces en esos momentos, en esas mañanas, tal vez no nos damos cuenta realmente de cual es el don de Dios, el regalo que también recibimos cada día. Que aunque está envuelto en papel marrón de embalar no muy bonito es sin embargo un regalo de Dios también. Y muchas veces las misericordias de él que recibimos cada día pasan desapercibidas precisamente porque no vemos lo que hay detrás de ellas. Y esto es lo que ocurre en la historia de nuestro texto.
Selección de apuntes:
- Tenemos que ir más allá de las apariencias
Compártelo en Facebook, Twitter, Google+ - Que haya orden y paz es también un don de Dios
Compártelo en Facebook, Twitter, Google+ - No podemos abandonarnos durante el cumplimiento de nuestros propósitos
Compártelo en Facebook, Twitter, Google+ o como imagen - Una cosa sí que podemos saber; somos lo que somos por la gracia de Dios
Compártelo en Facebook, Twitter, Google+ o como imagen - Podemos tener grandes esperanzas en muchas personas pero todos nos fallarán excepto Dios
Compártelo en Facebook, Twitter, Google+ o como imagen - Los hombres que sirven a Dios también están llenos de defectos
Compártelo en Facebook, Twitter, Google+ - Porque Cristo es justo nosotros también, por medio de él, podemos ser justos
Compártelo en Facebook, Twitter, Google+ - Nuestra propia vida está en obras
Compártelo en Facebook, Twitter, Google+ - El Señor demostrará que nuestra vida es mucho más de lo que parece
Compártelo en Facebook, Twitter, Google+ o como imagen
Compartir:
Texto en el que se basa la exposición:
En el séptimo año de Jehú comenzó a reinar Joás, y reinó cuarenta años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba. Y Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada. Con todo eso, los lugares altos no se quitaron, porque el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. Y Joás dijo a los sacerdotes: Todo el dinero consagrado que se suele traer a la casa de Jehová, el dinero del rescate de cada persona según está estipulado, y todo el dinero que cada uno de su propia voluntad trae a la casa de Jehová, recíbanlo los sacerdotes, cada uno de mano de sus familiares, y reparen los portillos del templo dondequiera que se hallen grietas. Pero en el año veintitrés del rey Joás aún no habían reparado los sacerdotes las grietas del templo. Llamó entonces el rey Joás al sumo sacerdote Joiada y a los sacerdotes, y les dijo: ¿Por qué no reparáis las grietas del templo? Ahora, pues, no toméis más el dinero de vuestros familiares, sino dadlo para reparar las grietas del templo. Y los sacerdotes consintieron en no tomar más dinero del pueblo, ni tener el cargo de reparar las grietas del templo. Mas el sumo sacerdote Joiada tomó un arca e hizo en la tapa un agujero, y la puso junto al altar, a la mano derecha así que se entra en el templo de Jehová; y los sacerdotes que guardaban la puerta ponían allí todo el dinero que se traía a la casa de Jehová. Y cuando veían que había mucho dinero en el arca, venía el secretario del rey y el sumo sacerdote, y contaban el dinero que hallaban en el templo de Jehová, y lo guardaban. Y daban el dinero suficiente a los que hacían la obra, y a los que tenían a su cargo la casa de Jehová; y ellos lo gastaban en pagar a los carpinteros y maestros que reparaban la casa de Jehová, y a los albañiles y canteros; y en comprar la madera y piedra de cantería para reparar las grietas de la casa de Jehová, y en todo lo que se gastaba en la casa para repararla. Mas de aquel dinero que se traía a la casa de Jehová, no se hacían tazas de plata, ni despabiladeras, ni jofainas, ni trompetas; ni ningún otro utensilio de oro ni de plata se hacía para el templo de Jehová; porque lo daban a los que hacían la obra, y con él reparaban la casa de Jehová. Y no se tomaba cuenta a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra; porque lo hacían ellos fielmente. El dinero por el pecado, y el dinero por la culpa, no se llevaba a la casa de Jehová; porque era de los sacerdotes. Entonces subió Hazael rey de Siria, y peleó contra Gat, y la tomó. Y se propuso Hazael subir contra Jerusalén; por lo cual tomó Joás rey de Judá todas las ofrendas que habían dedicado Josafat y Joram y Ocozías sus padres, reyes de Judá, y las que él había dedicado, y todo el oro que se halló en los tesoros de la casa de Jehová y en la casa del rey, y lo envió a Hazael rey de Siria; y él se retiró de Jerusalén. Los demás hechos de Joás, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y se levantaron sus siervos, y conspiraron en conjuración, y mataron a Joás en la casa de Milo, cuando descendía él a Sila; pues Josacar hijo de Simeat y Jozabad hijo de Somer, sus siervos, le hirieron, y murió. Y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David, y reinó en su lugar Amasías su hijo.
Segundo libro de los Reyes. Capítulo 12, Versículo 1-21
Traducción de Reina-Valera (Revisión de 1960) | Compáralo con otras versiones
Serie: Reyes II
Todas las series de podcasts para descargar:
Series sobre textos específicos
- Bienaventurados: Cristo a través de las Bienaventuranzas
- Dios mira el corazón: Si consiguiéramos lo que deseamos
- Dios y los dioses: Sustitutos al gobierno de Dios
- El Dios Pródigo: Una historia mal conocida como el hijo pródigo
- Iglesia: La vida escondida
- Imposible I: El evangelio según Abraham
- Imposible II: El evangelio según Isaac
- Oración: Detrás de ese vacío Universo
- Relaciones: No hay lugares especiales, sino personas especiales
- Sufrimiento: El dilema de la fe
Series sobre libros completos
- Apocalipsis: Un anuncio de confianza
- Cantares: La mejor canción de amor que podamos leer
- Daniel: ¿Por qué pasan las cosas que pasan?
- Efesios: Una invitación a dejar de pensar en nosotros
- Ester: El silencio de Dios
- Habacuc: Qué poco entendemos de Dios
- Hechos: Lo que hizo y dijo Jesús
- Isaías: La dirección del Evangelio
- Job: ¿Podemos creer en la bondad de Dios?
- Juan I: El amor y la justicia
- Jueces: El comienzo y el fin de las oportunidades
- Lucas: La verdad de las cosas
- Reyes I: Quién está en control
- Reyes II: El declive progresivo de una nación
- Romanos: Una vida transformada
- Rut: La mano invisible de Dios
Suscríbete:
Algunos de nuestros usuarios reconocen escuchar estos PODCAST en familia durante las veladas de la noche, o durante el tiempo que pasan encerrados en el coche, o durante el tiempo que pasan en su habitación a la hora del café,... En cualquier caso reconocen así que apartar un tiempo específico del día o de la semana para reflexionar en la palabra de Dios es una decisión que puede reportar mucho beneficio a sus vidas. Si quieres unirte a ellos rellena este formulario para recibir notificaciones siempre el día antes y un enlace desde el que podrás editar o cancelar tu suscripción siempre que quieras.
IGLESIA CRISTIANA REFORMADA
Calle Cesar González Ruano, 25
28027 Madrid (Spain)
Síguela en Web y YouTube
Serie: Reyes II
A menudo nos parece imposible concebir la vida sin alguien en particular
Imagen
| Podcast
Para poder ver primero tenemos que creer
Imagen
| Podcast
El Señor demanda una entrega total a su voluntad
Imagen
| Podcast
Abandonando la ley de Dios traemos miseria para nosotros y para los demás
Imagen
| Podcast
¿Por qué Dios da algo para quitarlo después?
Imagen
| Podcast
La vida está llena de sorpresas y desconciertos
Imagen
| Podcast
Llegamos a conocer la verdad de las cosas cuando conocemos nuestros límites
Imagen
| Podcast
Nuestra necesidad es mucho mayor de lo que nos imaginamos
Imagen
| Podcast
Hay quien se toma bastante libertad al interpretar la Biblia
Imagen
| Podcast
La vida es mucho más de lo que vemos con nuestros propios ojos
Imagen
| Podcast
En una situación de desesperación fácilmente sale de nosotros nuestra peor parte
Imagen
| Podcast
Aunque no sepamos muchas veces por qué, las cosas no se producen por casualidad sino por causalidad
Imagen
| Podcast
El matrimonio es una de las decisiones que más puede marcar nuestras vidas
Imagen
| Podcast
Muchos acontecimientos no dejan de sorprendernos a pesar de haber sido largamente anunciados
Imagen
| Podcast
La historia da testimonio de muchos exterminios pero hay algo en particular que podemos aprender de este
Imagen
| Podcast
Hay un poder mayor que el de la oscuridad
Imagen
| Podcast
En la rutina no vemos el asombro de la vida
Imagen
| Podcast
El asombro y la admiración que se esconde detrás de la normalidad
Imagen
| Podcast
Dios no valora la prosperidad de la misma forma que lo hacen los hombres
Imagen
| Podcast
Serie completa de Reyes II | Todas las series